Omnis, el enigmático primogénito de los Nosferatu, llegó sano y salvo al Elíseo. Con él, tendremos más medios para evaluar la gravedad de la situación.
Y lo que es más importante: ¡Omnis trae buenas nuevas sobre nuestro Príncipe! De acuerdo con sus pesquisas, el Príncipe Markus se abrió paso luchando hasta la Ciudad Vieja, y ahora se encontrará en algún refugio secreto de la zona.
Si no entendí mal, un Crepuscular estuvo ayudando a Omnis en su investigación. Por muy débil que sea su sangre, me gustaría saber más cosas sobre ese investigador y lo que averiguó.
Poco a poco, nos vamos asentando en el Elíseo. Maia y Kirill discuten sobre el uso que le darán al antiguo salón del Príncipe Carlak. Omnis y los demás Nosferatu empezaron a instalar su equipo en el sótano, o eso me contaron. Y digo esto porque, a pesar de ser el Guardián, un antiguo convenio me impide entrar en sus dominios sin ser invitado.
Las fuerzas de la Entidad siguen avanzando en Praga, pero por lo menos el Rudolfinum ya está a nuestra disposición. No obstante, si los rumores son ciertos, temo por lo que nos encontraremos cuando entremos en el antiguo refugio colectivo de los Toreador.
Tanto desorden me recuerda a un viejo poema: Gallow Hill. En mi opinión, la clave es mantener la calma, dejar que todo siga su curso y no cometer errores. Me pregunto si Kirill, Maia y Omnis aún lo tienen presente... La situación lo amerita.
– Diario personal de Custos