A los vástagos de Praga:
Por lo visto, se emplea el término "Segunda Inquisición" para describir las recientes operaciones de inteligencia encubiertas contra los de nuestra especie. Si bien me parece un poco exagerado, describe a la perfección el peligro que entraña cierta red secreta de cazadores que opera entre las sombras de las redes de inteligencia internacionales, como la NSA, la DGSE, el GRU y las correspondientes a cada país. Durante la primera década del siglo XXI, algún que otro Príncipe estadounidense intentó utilizar a estas agencias contra sus enemigos Anarquistas y del Sabbat, a los que tildaron de "amenazas terroristas". En un principio, funcionó, y nuestra Camarilla triunfó. Pero los analistas mortales dieron pasos de gigante con los programas de vigilancia modernos y sus herramientas de rastreo de datos. Sabían demasiado. Estaba claro que nos hallábamos ante la peor brecha de la Mascarada en siglos. Entonces la Entidad se involucró y la situación degeneró a niveles apocalípticos.
En realidad, los inquisidores del Vaticano nunca nos quitaron el ojo de encima. Cuando la Entidad, su servicio secreto, comenzó a cotejar datos con otras agencias a partir del año 2010, se acercaron a la verdad sobre nuestra naturaleza, y todos sabemos cómo terminó aquello: con la Capilla de Viena destruida y la corte de la reina Ana en Londres desmantelada. Hace tan solo un mes, aquí mismo, en Praga, sus operativos encubiertos casi sacan a la luz la Capilla de los Tremere. La Entidad nos pisa los talones. Si no tomamos medidas urgentes, las consecuencias serán desastrosas.
La Entidad no entiende de fronteras. Opera sin restricciones en todos los países católicos, y sus activos se ocultan entre las filas de la Iglesia, las fuerzas militares o los cuerpos policiales locales. Aunque Omnis sigue la pista de todos estos despliegues, podrían tratarse de indicios de que planean algo muy grande en mi dominio. No sabemos cuándo, y en cuanto al cómo, solo podemos especular.
Pero esta vez los recibiremos. No nos van a tomar por sorpresa. No vamos a permitir que esos cazadores frustren nuestros planes, ni tampoco los Anarquistas, cuya irresponsabilidad nos expuso a la nueva amenaza. En vez de eso, vamos a usar esta oportunidad a nuestro favor.
Si los cazadores de sus fuerzas especiales ponen un solo pie en mi dominio, les aseguro que no vivirán para contarlo. Los avistaremos antes de que asomen sus cascos de alta tecnología. Se van a tragar su revoltijo de armas antiguas y modernas. Les vamos a destrozar los exoesqueletos potenciados y a arrancarles el suyo con nuestras propias manos.
Praga, nuestra ciudad eterna, jamás caerá en manos de la Entidad. La Segunda Inquisición está a punto de enfrentarse a una oscuridad que no podrán disipar con fuego. ¡Pondremos fin a esta amenaza en el crepúsculo!
Príncipe Markus de Praga
– Discurso para pronunciar en el Elíseo dos semanas antes de la Segunda Convención de Praga.